Hemos incorporado a la sección de Archivos sonoros del portal SIPCA el trabajo “Recopilación de tradición oral en el Parque Cultural de San Juan de la Peña. Fase 2”, realizado en 2007-2008 por las investigadoras Sandra Araguás y Nereida Torrijos...
La iglesia parroquial de la localidad, dedicada a Santa Catalina Mártir se localiza en la plaza Mayor junto al Ayuntamiento y otros edificios de gran calidad visual. Presenta una planta de cabecera poligonal con forma de medio hexágono, en lugar de medio octógono como ocurre en las iglesias de la misma fecha en la Sierra de Albarracín y flanqueada por dos sacristías (al exterior configuran una cabecera totalmente recta). Tiene una sola nave de cuatro tramos con siete capillas laterales entre los contrafuertes, construidas por las familias nobles de la villa como capillas funerarias. La cabecera y nave se cubren con bóveda de crucería estrellada. Las capillas laterales presentan distintos abovedamientos renacentistas, entre los que destaca el de la Capilla de San Juan Bautista. Presenta además coro elevado a los pies sobre las capillas del último tramo. Al exterior se observa la fábrica de mampostería, reforzada por sillares en los ángulos, que posee el característico tono rojizo del rodeno, piedra arenisca abundante en la zona, que describe un volumen prismático único, cubierto por tejado a cuatro aguas, en el que no se manifiestan ni la cabecera ni las capillas. Resalta tan solo el volumen de la torre campanario a los pies del templo con tres cuerpos de altura y la bella portada renacentista de líneas muy clásicas. La parroquial conserva varios retablos de los siglos XV a XVIII, entre ellos, en la primera capilla del Evangelio, un retablo gótico de San Juan, de la escuela internacional, realizado hacia 1430 y un púlpito de hierro, raro ejemplar, realizado hacia 1599.
En las viviendas populares más antiguas, fechadas entre los siglos XIV y XVII, llama la atención la proliferación de elementos defensivos como las aspilleras, matacanes y, muy especialmente, grandes torreones. En nuestra comunidad autónoma contamos con más de un centenar de casas torreadas, que fueron declaradas BIC por el Gobierno de Aragón, localizadas en las sierras orientales turolenses y en el Pirineo y prepirineo altoaragoneses. Ambos conjuntos presentan grandes diferencias. Recorremos las torres turolenses, construidas en la baja Edad Media para proteger las masías dispersas y atestiguar también la prosperidad de sus propietarios.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002